Tuesday, July 18, 2006

El Regreso a casa

El Barco habia recorrido meses los mares en distintos puertos, en cada cuidad aprendi de los marineros diferentes costumbres. Algunas sanas, otras que se alejaban de lo sano.

Un día estando en la proa del barco vi a lo lejos mi tierra, y con tristeza vi el humo de la cuidad del humo que la cubria. Los esfuerzos por hacer que el barco girara hacia mis tierras eran inutiles, el capitan no arriesgaria su tripulación aunque yo ya formara parte de esta. Así que salte hacia el agua y me puse a nadar hacia mis tierras, viendo como el humo y el fuego se llevarón todo lo que alguna vez conocí. Sentí como el aire se me iba así como la vida misma, fue ahi cuando me empece a hundir. Sin fuerzas ya de nadar deje que el mar tomara mi alma y perderme para siempre en sus oscuras profundidades, pero una mujer de los 6 marineros más importantes dentro del barco nado hacia donde yo estaba y me subio a un salvavidas que estaba unido al barco mismo. Sentia la fuerza del barco y el mar como peleaban por arrastrarme cada uno para un lado. Des-esperado o sin esperanza saque mi daga para cortar la soga que me mantenia a flote de la corriente del mar.

Pero la mujer tomo mi muñeca y hizo reflejar mis ojos atravez de mi daga. Fue ahi cuando tome la cuerda, la unica cuerda que me sostuvo de no ser arrastrado y luche contra la más fuerte de las corrientes. Aquella que los marineros temen no poder protegerse de la ira de su fuerza que despedaza el valor de aquellos más valientes. Pero como toda victoria, tuvo su precio...